El ‘consenso’ en torno al fracking, vinculado al lobby eléctrico
Cuando el 19 de diciembre de 2012 el ministro español de Industria José Manuel Soria defendió en el Congreso la extracción de gases no convencionales mediante la técnica del fracking, lo hizo apelando a que existía un “consenso generalizado en la comunidad científica” respecto a que esa técnica no conlleva más riesgos que otro tipo de tecnologías industriales.
El ministro no aclaró en qué informes se basaba para realizar esa afirmación, aunque apenas un mes más tarde el Consejo Superior de Colegios de Ingenieros de Minas firmaba un trabajo en el que respaldaba el uso del fracking y argumentaba que era “difícil comprender” que en España se paralizase “la actividad exploratoria”.
El informe “Gas convencional en España, una oportunidad de futuro” asegura que los resultados del mismo, favorables a la utilización del fracking, “reflejan el amplio consenso alcanzado por el Comité de Redacción, tras reflexivos debates técnicos, sin juicios ‘a priori’, inspirados por el rigor y el conocimiento”.
El equipo de redacción, coordinado por Ángel Cámara, Decano del Colegio de Ingenieros de Minas del Centro y por el catedrático de Hidrogeología Fernando Pendás, está compuesto por diez ingenieros de minas y un ingeniero industrial, entre los que destacan Juan Cruz Vicuña, de la Sociedad de Hidrocarburos de Euskadi, el ente público que estudia aplicar la fractura hidráulica en el territorio vasco, Isabel Tarín, de Urbaser (una filial de la constructora ACS), y dos ingenieros del propio ministerio de Industria.
El informe anima a agilizar “la tramitación administrativa de los permisos y licencias necesarios” y a “explorar fórmulas para reforzar el incentivo local de esta actividad”, todo ello “sin necesidad de gravar más a la industria”. Las líneas maestras del texto coinciden con la argumentación de Soria:
“En cualquier actividad humana, y particularmente en la actividad industrial, ya sea extractiva (petróleo, gas, minerales) o transformadora (química, alimentaria, etc.) los riesgos en la salud, la seguridad y el medio ambiente deben ser gestionados de manera eficiente a través de operaciones basadas en las mejores prácticas, la implementación de sistemas regulatorios, junto con la investigación continua en la optimización y la mejora de los procesos llevados a cabo”.
El ‘Club del Medio Ambiente’
El coordinador del informe, Ángel Cámara, pertenece al denominado “Club Español del Medio Ambiente”, un grupo que comparte sede social con el Colegio de Ingenieros de Minas del Centro y cuyo objetivo es “fomentar a escala nacional el conocimiento, divulgación y desarrollo de una cultura medio ambiental compatible con un progreso sostenido y una producción limpia”. Se trata de una entidad financiada, entre otros, por el lobby de las eléctricas españolas UNESA (Endesa, Iberdrola, Gas Natural Fenosa, Eon España y EDP), por la térmica de carbón Elcogás y por la minera Atlantic Copper.
En octubre de 2013 Ángel Cámara defendió su postura favorable al fracking en el programa “A hombros de gigantes”, el conocido espacio de divulgación científica de Radio Nacional. El programa recogió los dos puntos de vista en torno a la controvertida técnica, pero dedicó 22 segundos a la intervención de dos representantes de asociaciones ecologistas y 15 minutos y 26 segundos a la argumentación de Cámara.
A hombros de gigantes-Fracking: una técnica polémica para la obtención de gas-21/10/2013 Escuchar audio
El decano de los ingenieros aseguró, entre otras cosas, que “el pozo queda perfectamente protegido”, de tal manera que “es prácticamente imposible” que pueda ocurrir una contaminación de los acuíferos.
El lobby español del gas no convencional, Shale Gas España, utiliza la misma expresión (“prácticamente imposible”), apelando a un informe del Departamento de Protección de Medio Ambiente del Estado de Nueva York.
Controversia científica
Tanto Cámara como el lobby gasista ignoran o esconden deliberadamente otros informes, como el estudio llevado a cabo por investigadores del Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS) y que determinó que un vertido de fluidos de fracking provocó la muerte masiva de peces en un arroyo de Kentucky o el estudio publicado en la revista PNAS, que evidenció concentraciones de gases seis veces superiores en el agua que abastecía a los hogares cercanos a los pozos de extracción en Pensilvania.
Parece evidente que en el amplio mundo de la ciencia, especialmente en las disciplinas relacionadas con la materia, hay diversidad de opiniones. En febrero de 2013, por ejemplo, el Colegio Oficial de Geólogos adoptaba una posición salomónica y apelaba a “los principios de cautela y de acción preventiva” para evitar “cualquier tipo de afección a las personas, a los bienes y al medio ambiente”.
Fuera del ámbito de la colegiación, otros especialistas han mostrado su firme rechazo a la extracción de gas no convencional mediante fractura hidráulica. A comienzos de 2013, por ejemplo, unos cincuenta profesores universitarios firmaron un documento en el que mostraban su rechazo a la utilización de la fractura hidráulica para la extracción de gas en la provincia de Castellón. Uno de los principales impulsores de la iniciativa ha sido el Catedrático de Geología de la Universidad de Zaragoza José Luis Simón.
El “consenso científico” defendido por Soria parece por lo tanto reducido a algunos grupos corporativos dedicados a la explotación minera y a la propia industria interesada en los beneficios económicos que les reportaría la polémica técnica, coordinados en torno a grupos de presión como el mencionado Club Español del Medio Ambiente.
El ‘consenso’ en torno al fracking, vinculado al lobby eléctrico
Reviewed by Juanma Gallego
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agosto 20, 2014
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