El Garbigune de Ayala aceptó sales de uranio de origen desconocido


El Garbigune o “punto limpio” de la Cuadrilla de Ayala, situado en el municipio alavés de Llodio, recepcionó en 2010 sales de uranio cuya procedencia se desconoce. Las sales, que según los expertos consultados no representan peligro para la salud, deben ser recogidas y tratadas por ENRESA, pero trámites burocráticos están retrasando la gestión del incidente.

El 28 de julio de 2010 la empresa Ekonor, encargada de la gestión de residuos peligrosos recogidos en el Garbigune de Llodio, detectó entre los materiales retirados un tarro de cristal que contenía unos 50 gramos de polvo de óxido de uranio. La empresa no aceptó la gestión de ese material, que fue devuelto a los pocos días al Garbigune. Ekonor SA tiene autorización del Departamento de Medio Ambiente del Gobierno Vasco para la gestión de residuos peligrosos hasta junio de 2012, pero la citada autorización no le habilita para “la gestión de residuos radiactivos, biológicos infecciosos ni explosivos”. 

Javier Bitorika, presidente de la Cuadrilla de Ayala, solicitó entonces la resolución de la incidencia a la Dirección General de Política Energética y Minas, perteneciente al Ministerio de Industria, organismo que a su vez pidió una inspección al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).

Esa inspección tuvo lugar el 14 de septiembre. Ese día Aitor Arín, inspector de instalaciones radiactivas del Departamento de Industria del Gobierno Vasco, certificó los niveles de radiación del tarro de cristal, atestiguando un máximo de 1,3 microsieverts por hora. Según la descripción hecha por el citado funcionario, el bote se encontraba alojado dentro una caja de cartón que a su vez estaba depositada “en el interior de una maleta metálica cerrada, rodeada por bolas de corcho y una bolsa de aire”. La maleta estaba señalizada mediante una hoja con el rótulo “No tocar. Peligro” y la caja de cartón “presentaba una pegatina con el símbolo radiactivo” junto a la indicación “Caution - Radioactive Material”.

Una vez llevada a cabo la inspección, el 26 de octubre el Consejo de Seguridad Nuclear remitió al Ministerio de Industria un informe que recomendaba el traslado del material a ENRESA, la empresa pública que se encarga de la gestión de los residuos radioactivos en España.

Origen incierto

Fernando Legarda, catedrático de Energía Nuclear de la Universidad del País Vasco, confirma que los niveles de radiación detectados son muy bajos. Comparte esta opinión José Miguel Muñoz, Jefe del Servicio de Instalaciones Radiactivas del Gobierno Vasco, que asegura que “en base a las tasas de dosis registradas, no representa riesgo para la salud”.

Preguntado por el origen del material radiactivo, José Miguel Muñoz ha reconocido que “se desconoce la procedencia de dichas sales”, aunque señala que ese tipo de material es “del tipo usado hace años en los laboratorios de diversos centros escolares para la realización de experimentos de física, encaminados a demostrar la existencia de radiactividad en la naturaleza”.

Fernando Legarda, consultado en su condición de experto en materiales radiactivos, apunta en la misma dirección, destacando que “su origen puede ser muy variado. Antaño podían encontrarse muestras de ese tipo usadas para determinar el contenido en uranio de muestras de minería. También es posible encontrar cosas como esa en laboratorios de física antiguos donde se utilizaban para hacer alguna práctica con material radiactivo”.

Aintzane Arbaizagoitia, Técnico de Medio Ambiente de la Cuadrilla de Ayala y responsable del Garbigune, se ha negado a proporcionar información adicional sobre el incidente. El pasado 15 de febrero de 2011, preguntada sobre el asunto, se mostró sorprendida de que el acta de inspección levantada por el CSN fuera de acceso público y se negó a proporcionar ningún tipo de información fuera de la vía administrativa. “Aunque los expedientes están aquí, no todos ellos son públicos”, aseguró entonces Arbaizagoitia.

Sin embargo, la Ley General de Protección de Medio Ambiente del País Vasco establece en su artículo 16 que “cualquier persona física o jurídica podrá acceder, previa solicitud, a la información que sobre el medio ambiente obre en poder de las Administraciones públicas”.

En respuesta a la petición por vía administrativa que este periodista realizó en la Cuadrilla de Ayala en marzo de 2011, Javier Bitorika, presidente de la citada institución, autorizó el acceso al expediente VA/1064 en el que se recogen los documentos relacionados con este incidente. Sin embargo, tampoco la vía administrativa ha conseguido aclarar el origen de esas sales de uranio.

El expediente sí recoge detalladamente las diferentes gestiones burocráticas que ha provocado la incidencia generada por la aparición del tarro con sales de uranio. Pese a que el Ministerio de Industria autorizó en noviembre de 2010 la transferencia a ENRESA, en el día de la publicación de esta información el material radiactivo continúa depositado en las instalaciones del Garbigune de Llodio.

El 21 de marzo de 2011, cinco días después de nuestra petición de acceso al expediente, Arbaizagoitia reclamó a ENRESA la retirada del residuo “a la mayor brevedad posible”. La respuesta de José Luis Bartolomé, técnico de ENRESA, evidenciaba que la falta de aprobación de un contrato entre administraciones públicas estaba retrasando la gestión de residuos radiactivos en España. “Aún estamos pendientes de que el Ministerio nos apruebe el nuevo contrato/acuerdo de recogida de residuos”, asegura el representante de ENRESA en un correo electrónico dirigido a Arbaizagoitia. “Ante la demora de dicho documento”, continúa la comunicación, “estamos realizando retiradas urgentes, con un acuerdo entre ENRESA y las instalaciones”. 

El pasado 26 de abril ENRESA ha concretado finalmente la retirada del material para finales del mes de mayo.

Una infracción “muy grave”

Desde el año 2006 el Consejo de Seguridad Nuclear hace públicas las diferentes actas de inspección de instalaciones radiactivas y su transporte en base a un mandato de transparencia dado en 2005 por el Congreso de los Diputados. 

A la hora de publicar las actas, sin embargo, se preve la censura de “las informaciones que no puedan ser divulgadas por estar protegidas legalmente, por afectar a la intimidad de las personas, la defensa nacional y la seguridad pública, el secreto comercial o industrial, los derechos de propiedad intelectual, o por la existencia de procesos sancionadores o disciplinarios en curso, entre otros”.

En el acta que recoge el incidente del Garbigune, codificada como CSN/AIN/1064/10, se han censurado dos párrafos completos. Según hemos podido determinar accediendo al expediente de la Cuadrilla de Ayala, los párrafos ocultados por el CSN hacen referencia a la existencia de personal de seguridad en el Garbigune y a la ubicación exacta del material radiactivo.

Sin embargo, en nuestra visita a las instalaciones no pudimos verificar la presencia del personal de seguridad citado en la información censurada por el CSN. 

Por otro lado, el operario del Garbigune aseguró desconocer la existencia de sales de uranio y manifestó su deseo de no responder a ninguna pregunta al respecto.

El abandono de residuos peligrosos no autorizados en el Garbigune de Ayala está catalogado como una infracción “muy grave” de acuerdo al reglamento de ese organismo. Un gran cartel en la puerta del Garbigune advierte de los tipos de residuo que no acepta la instalación, mencionándose de forma expresa los residuos radiactivos.

Si llegara a determinarse el origen del material radiactivo, la sanción prevista no superaría en ningún caso los 900 euros. Sin embargo, el expediente recopilado por la Cuadrilla de Ayala no aporta ninguna información respecto al origen del material, ni tampoco la existencia de ninguna investigación interna que pueda llegar a determinar su procedencia.
El Garbigune de Ayala aceptó sales de uranio de origen desconocido El Garbigune de Ayala aceptó sales de uranio de origen desconocido Reviewed by Juanma Gallego on mayo 03, 2011 Rating: 5

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